estás bien.

Quiero decirte que está bien, y que tú estás bien.

Quiero decirte que a pesar de que hoy te sientes rota, no siempre va a ser así, y aunque ya te lo hayas repetido muchas veces, cada vez estás más cerca.

Hoy duele y quiero que des gracias por eso, que te permitas estar dolida. Y quiero ponerme de pie y aplaudirte porque si estás experimentando ese nivel de sufrimiento es porque te diste la oportunidad de entregarlo todo, de sentirlo todo, de llegar al clímax de tu felicidad. Durante esa travesía de dejarte encontrar por alguien, permitirte conocerlo, quererlo, dejaste atrás tus prejuicios y tus restricciones. Venciste tus miedos y fuiste capaz de superarte a ti misma y mostrarte vulnerable ante alguien más, y aunque ahorita no lo parezca, la corona te la llevaste tú. A lo mejor estás pensando que esto no se trata de perder o ganar, ¿pues entonces por qué estás sintiendo que perdiste?

Aún queda esa lejana espina del "¿qué tal si...?" o "a lo mejor y..." Pero esa pequeña esperanza, lejos de hacerte tonta, te demuestra que tu corazón aún es capaz de confiar, que sigue ahí. Así que no te asustes porque nada se murió, nada se acabó en ti, que hay mucha vida en un solo corazón, y es imposible que una persona la consuma por completo. Estás bien. Y si todo lo que puedes hacer hoy es respirar, eso es más que suficiente. Mañana podemos lidiar con el resto.

Nadie merece explicaciones ni el privilegio de entender nada porque esta es tu historia; los héroes y los villanos, los episodios buenos y los malos, todo lo defines tú, es para ti. Es tu obra de arte y el arte, más allá de ser bonito, busca despertar sentimientos. No te arrepientas ni te justifiques ante nadie. Solo recuerda que estás bien, y que no estás sola.

Las flores nos recuerdan que la lluvia es algo bueno así como los atardeceres que los finales pueden ser hermosos de alguna manera.